El principal síntoma relacionado con las lesiones es el dolor, que puede ser muy intenso y que suele mejorar cuando los nódulos drenan. Algunos pacientes experimentan picazón en la zona afectada.
El material que drena de las lesiones suele tener un olor desagradable y cuando se han formado fístulas la salida permanente del mismo humedece la ropa de los pacientes, lo que hace que tengan que utilizar paños y gasas constantemente para mantenerse secos.
A veces pueden desarrollarse infecciones severas y anemia.
La hidradenitis supurativa afecta considerablemente la calidad de vida debido al dolor, a las cicatrices y a las dificultades para interactuar con otros, pudiendo llevar incluso a problemas de ansiedad y depresión.
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